“Mesa certificaba 70 TCF en esa época (2004) y luego, el 2009, se tenía una certificación de 9 TCF.¿Qué es lo que pasó con 61 TCF? ¿Qué pasó con ese gas señor Carlos Mesa? ¿Hubo un consumo desmedido? ¿Se vendió gas a alguna parte que no conocemos? Son preguntas que debe responder el expresidente Carlos Mesa al país”, desafió en conferencia de prensa.
Tras la dimisión de Gonzalo Sánchez de Lozada, en octubre de 2003, luego de la “masacre de octubre” en la ciudad de El Alto, Mesa, que era su vicepresidente, asumió como presidente. En su gestión, recordó Molina, presentó a Bolivia una certificación de reservas de 70 TCF.
“Creemos que ha existido una manipulación de estos informes confundiendo las reservas probadas, probables y posibles”, argumentó.
Respalda en informes de la época, Molina afirmó que en “medio de esta manipulación cuestionada” el entonces ministro de Hidrocarburos Álvaro Ríos renunció, “supuestamente porque evadió el asistir al Congreso Nacional para una interpelación donde se estaba acusando al gobierno de Carlos Mesa de estar relacionado con empresas petroleras, como menciona el periódico Opinión el 3 de septiembre de 2004”.
En 2009, el entonces gobierno de Evo Morales contrató a la empresa Ryder Scott para que realice la cuantificación de las reservas nacionales. El resultado fue de 9 TCF.
“¿Dónde están los 61 TFC que supuestamente había certificado Carlos Mesa el 2004 y el 2009 solamente habían aparecido 9TCF?”, insistió Molina interpelando al expresidente que, en estos días, observó que no se conozca los informes de las reservas de gas del país.
De hecho, por su cuenta de Facebook, Mesa indicó este jueves que “luego de nuestra exigencia, prometen una vez más dar los datos de las reservas y anuncian que están revisando la información”.
“Esperemos que no sea una nueva falta a la verdad y que no estén manipulando el informe”, señaló Mesa, jefe de la opositora Comunidad Ciudadana.
Molina afirmó que Mesa debe responderle al país por la manipulación de datos de las reservas en 2004, por su “política energética errática”, pero, además, por las cosas extrañas que sucedieron en su gobierno.
“En su Gobierno ocurrieron cosas extrañas, como, por ejemplo, la venta de gas a Argentina a un precio ínfimo, a un precio de ‘gallina muerta’, 1 dólar por millón de BTUs, es decir, un precio de regalo y le estamos hablando de un tiempo de 2004, cuando Bolivia vivía una crisis galopante, no solo económica, sino también política y social, fruto del gobierno de Carlos Mesa, al cual tuvo que levantar las manos y renunciar.¿Por qué vendió a ese precio? Vendió a un dólar el millón de BTUs cuando las últimas ventas que se han realizado eran de 20 dólares el millón de BTUs”, cuestionó.
Molina señaló que “este tipo de políticas erráticas de manipulación de datos” debe ser investigada y el exmandatario debe “dar explicaciones sobre por qué nos mintió, por qué manipuló certificando reservas probadas, probables y posibles y no simplemente dio los datos certeros que merece la población boliviana”.
Además, le demandó dejar de hacer campañas de desinformación generando zozobra en la población, al desprestigiar sin datos la política hidrocarburífera y energética del gobierno nacional.
“Estamos abiertos a la transparencia, pero no podemos permitir este tipo de campañas de desestabilización, campañas de desinformación que creemos que generan zozobra y que no tiene ningún asidero, ningún argumento, ningún respaldo, y simplemente lo realizan en las redes sociales y generan, obviamente, preocupación en la población”, cuestionó.
ABI